Nos encontramos ante un escenario desconocido:
Se habla de un cambio que puede ser tan grande como el que hubo cuando la revolución industrial.
Me refiero a la digitalización de las empresas, que afectará intensamente en las organizaciones, los procesos y en las actividades.
El cambio será rápido, y os puedo asegurar que a medio plazo, todo será muy diferente. Comunicación, recopilación de datos, estadística: son los elementos que nos
llevarán a desarrollar funciones que todavía no están definidas.
Se abren nuevas oportunidades, que determinarán procesos – virtuales en
algunos casos –, y que deberán definirse, tanto en responsabilidades, miembros,
como en funciones. Habrán objetivos a plazos más cortos, con mayor nivel de análisis que desviarán
las metas, hoy establecidas. Tendremos que redefinir las estructuras contando
con ninguna experiencia, ni método contrastado – aflorando, ahora sí, el
talento de verdad – Las grandes empresas podrán enfocarse más hacia su cliente y obtendrán mayor
flexibilidad para el cambio.
Se amplía la comunicación, quedando atrás la frivolidad y la falta de
transparencia – se acalla la mediocridad – El equilibrio del análisis con la intuición, la interpretación de la
estadística y la participación de los trabajadores en todos los ámbitos de la
empresa: serán competencias a desarrollar en un breve período de tiempo.
Todas estas competencias estarán más ligadas que nunca a los valores de la
empresa: de lo que deducimos el compromiso.
Porque si la estadística va a ser uno de los nuevos componentes de este
futuro que nos viene ,y es una interpretación de los números, interpretaremos hechos
según criterios: podemos encontrar distintos puntos de vista por tipología de
empresa y del trabajador según valores o educación mostrando unas conclusiones
que puedan no estar alineados con la cultura y valores de la empresa.
Por otro lado, deberemos demostrar nuestras experiencias, conocimientos y
resultados en un entorno de transparencia que las empresas pondrán a
disposición de la organización, a fin de conseguir una cultura más
colaborativa.
Se persigue fomentar la innovación, por lo cual, se nos dotará de
herramientas apropiadas, disposición de tiempo, e incentivos que nos ayuden en
la obtención de los resultados esperados. Si tenemos personas a nuestro cargo, deberemos utilizar nuestra influencia
sobre ellos en la gestión de personas: desempeño, compromiso y rendimiento.
Tendremos que ser conscientes de que nuestro papel es clave como conductor de
políticas del capital humano.
Un factor a tener en cuenta:
– La falta de responsabilidad o autoridad en los que ningún puesto se hace cargo
del desempeño de una actividad.
Nuevas funciones vienen con un cambio, motivado, en parte por la crisis, en
parte por la digitalización de las empresas, y que nos afectarán más que nunca
en aspectos del compromiso y la motivación, aspectos estos que no podemos ya
delegar, sino más bien al contrario, deberemos de cuidar éstos aspectos de las
personas que nos rodean.
Momento es por tanto, de utilizar la motivación intrínseca por encima de la
extrínseca.
Fuentes:
IESE business school (Continuidad - Sistemas de la información -)
José Luis Pascual Pedraza (Entre nichos y bichos)
2 comentarios:
Sinceramente, no entiendo nada, no podrias poner una conclusion o corolario? entiendo que dice que va a cambiar la empresa, pero no entiendo de qué a qué, entiendo que el trabajador va a cambiar pero no entiendo de qué a qué. podria hacerme una explicacion para seres con una mente limitada por favor?
Digamos que en resumen, ya no vale haber estudiado como se responde ante ciertos problemas, dado que esa respuesta ya no es válida. Ya no se aplica el "antes lo haciamos así" son problemas nuevas que necesitan respuestas nuevas.
Lo que cambia es la necesidad de las empresas de un trabajador con recursos, que se sepa desenvolver, no solo aprender rapído sino saber como reaccionar.
Basicamente =)
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