sábado, 22 de marzo de 2014

Manipulación

  Resulta que estudiando Recursos Humanos me acabo volviendo una experta en psicología -bueno, quizás experta no, pero ¡joder que si aprendo cosas nuevas!- Muchas de las cosas que descubro son patrañas, meras invenciones para poner nombre a cosas que se arreglan con una guantá -y con esto no quiero desprestigiar carreras como psicología, ni mucho menos, Es mi humilde opinión- pero algunos son más útiles que otros y pensé compartir esos descubrimientos con vosotros.
  Aunque la verdad es que la entrada de hoy está más bien patrocinada por Pretty Little Liars y Revenge jaja Como el título indica, la cosa va de manipulación.



   Estoy hablando de los manipuladores del día a día, esas personas que tratan de imponer su visión del mundo a los demás. Esos individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona. Esos.

   Todos somos manipuladores. En mayor o menor medida, todos hemos menipulado en más de una ocasión. Pero cuando esto se convierte en el modo de vida de una persona, uno acaba preguntándose si aquello es una relación de pareja o de amistad, o simplemente se es un peón más.

   No se puede sobrevivir sin saber en qué consiste eso de la manipulación. ¿Es lo mismo la manipulación que el chantaje emocional? No, pero casi.
  En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil, a veces incluso imperceptible, basado en el deseo de salirse con la suya. Pero cuando la manipulación es insuficiente se recurre al chantaje emocional: hacer sentir miedo, culpa o vergüenza, y ejercer un grado variable de poder sobre esa persona. Si el chantaje tampoco funciona, empieza a plantearse la posibilidad de emplear la agresión física. -aunque llegados a este punto, si no te das cuenta de que estás siendo manipulado ¡es que eres imbécil, macho!-

 
  No vayáis a creer que el mundo está dividido entre manipuladores e ingenuos. Más bien podríamos hacer la distinción entre "quienes en este momento emplean estrategias de manipulación" y "quienes en este momento no están pudiendo resistirse a las estrategias de manipulación de los otros." 

   Antes que nada hay que tratar de conocer las pautas comunicativas, esas frases o expresiones que deben encender la bombillita, que te hacen ver que se están tratando de aprovechando de ti. Así poco a poco, se puedes conocer sus recursos, y con ello tendrás sus puntos débiles.
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Para que sea más fácil, os dejo unas pautas que pueden ayudar:
  • Conocer los propios puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos, las del manipulado en otros. 
  • Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo considerable.
  • Aprender a ser asertivos, tanto mediante técnicas de buena fe como defensivas.
  • Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea activa o pasiva, como el mayor problema.
  • Recurrir a todas las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresividad
  • No empeñarse en intentar cambiarles. son así, y punto. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero.
  • Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario. 
  • Y por ultimo y más obvio, no caer en su juego. No se trata solo de descubrir que estás siendo manipulado y ponerle fin a esa situación, sino tratar de no buscar "venganza" pues se convertiría en un circulo vicioso.

  Una persona intenta manipularte cuando te sugiere o dice lo que tienes que hacer de tal forma que se beneficie más que tú, cuando percibes amenaza o sientes miedo. A lo largo de la vida nos encontramos con multitud de problemas. Algunos podemos resolverlos por nosotros mismos pero otros no pueden afrontarse sin ayuda de otras personas. Conseguirla es, en muchas ocasiones, difícil.
   Aunque todos estamos más o menos dispuestos a echar una mano a una persona que tiene problemas, tenemos una disponibilidad limitada. Suele darse una dificultad adicional cuando quien se encuentra en el aprieto está convencido de que las cosas "deberían" ser como él piensa y los demás "deberían" forzosamente ayudarle a resolver el asunto. Se crea el caldo para la manipulación. Aunque el manipulador puede ser siempre el mismo, no es infrecuente que el proceso sea cíclico, de tal forma que los papeles se alternen entre los dos integrantes de la relación.
   Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. 

   Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. Una relación normal no debe producirte emociones negativas, como mucho neutras. Los sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer también son sospechosos. También puedes analizar lo que haces. ¿Es eso lo que querrías hacer en ese momento? Si te pagan por ello, tienes una justificación. Pero este no suele ser el caso en los manipuladores, ya que si estuviesen dispuestos a gastarse el dinero que cuestan tus servicios no necesitarían aprovecharse de ti. ¿Es eso contrario a tus valores, principios, expectativas? Nadie hace algo contra sí mismo si no está muy presionado por el ambiente. Si es así, ¿a quién beneficia? Ese es el manipulador. Ese, o quien mueve sus hilos en la sombra -chaan chaaan música de suspense-
  
  Una persona se comporta asertivamente cuando defiende sus derechos de una forma activa, pero sin pisotear los de los demás. Esto requiere una asunción de responsabilidad por el propio bienestar con tolerancia y respeto por los puntos de vista y metas de los demás, pero además una lucha activa para no ser pisoteado por quienes no son asertivos. No vivimos en un medio asertivo. Nuestra sociedad se caracteriza por una competitividad feroz en la que se habla de derechos que no se respetan. No hay pizca de civismo en la humanidad, lo que ahora importa es el yo que va de la mano del ego.
  En cambio, las personas agresivas imponen su punto de vista, sus definición del problema, sus derechos o la satisfacción de sus necesidades, empleando estrategias que generan miedo, culpa o vergüenza. Puede ser de forma "relativamente" sutil a través del enfado. Es una estrategia muy efectiva, pero si es demasiado explícita puede verse seriamente castigada por la sociedad.


  Con esto, creo que ya no me queda mucho más que decir sin entrar en palabros raros jajaja Además, es sábado y se ve que he de socializar =)

Hasta la próxima entrega, sed buenos.

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