



![]() |
Reina del paint...ouuu yeaaah! |
El Ministerio de Fomento ha advertido a los usuarios de coches compartidos que no cuenten con la correspondiente autorización de que esta práctica constituye una "infracción muy grave" que puede ser sancionada con multas de entre 401 y 600 euros.¡Con dos cojones!, claro. Vale, puedo entender parte de lo que ellos exponen...sobretodo la de asumir riesgos por la vida de los que transportas y tal. Pero no me cabe en la cabeza que estén confundiendo servicio de taxi, con compartir coche -que en el primero de los casos se necesita licencia y hay un sinfín de normas a cumplir- Por esta regla...cada vez que mis padres me acercaban a casa de mis amigos...resulta que ¿era ilegal? Porque decidme,
El resultado de las elecciones ha producido dos sorpresas.
La primera es la irrupción en el escenario político, el gran éxito, de Podemos. Una formación con cuatro meses de vida, que no parte de coaliciones ni partidos refundados y consigue casi tantos votos como Izquierda Unida, superándola en la Comunidad de Madrid. Un caso insólito, único probablemente, en la historia de la democracia.
La segunda es la caída del Partido Popular que ha notado, tal vez sólo sea un aviso, la falta de respaldo incondicional del que siempre dispone al ser la única formación que representaba a la derecha española que, por venir de donde venimos, es irreconciliable con cualquier otra opción. Así, se pueden permitir el lujo de gobernar de espaldas a los intereses de gran parte de su electorado y, desde luego, contra la población que no les vota, que siempre va a contar con el apoyo “de los suyos”. La reelección de los corruptos una y otra vez con mayorías abrumadoras genera incomprensión y estupor en los observadores extranjeros que no conocen nuestra intrahistoria. La amoralidad de los líderes de este partido, bien transmitida a la ciudadanía a través de los medios de comunicación afines, que la acepta y la digiere haciéndola suya, les permite un campo de maniobra infinito. Este domingo, sin embargo, ha descendido ese respaldo de forma notable, por primera vez. La ruina está alcanzando “a los suyos”, será por eso.
El batacazo del PSOE, sin embargo, parecía cantado. Históricamente ha disfrutado de unas mayorías que no le correspondían, aglutinando el voto de los ciudadanos que pretendían con su apoyo evitar la debacle de la presencia en el Gobierno central de los neoliberales que venían a por todo, a arrasar con todo, a desmontarlo todo en cuanto tuvieran ocasión. Y la tuvieron. Claro que ese apoyo de la ciudadanía para contener la barbarie neocón no iba a durar eternamente. Los paisanos se cansan de contribuir con su voto a la formación de gobiernos que hacen oídos sordos a muchas de sus demandas en favor de la gobernabilidad, cediendo al chantaje de los incuestionables poderes fácticos. El “No pasarán” no puede servir eternamente de “programa” y, de seguir así, se quedarán con los suyos, sus resultados se aproximarán a su parroquia real. Sí, el votante de la izquierda es más crítico, más exigente, más intransigente. Es lo que hay.
En tiempos de crisis no caben paños calientes. No se puede pedir la dimisión del presidente del Gobierno y, ante la negativa de este a dejar el poder, seguir hablando con él como si nada. No son tiempos de gestos testimoniales ni de políticas de coyuntura. La situación social es muy grave, y es precisamente ahora cuando se comprueba la verdad de las ideologías. La entereza y el valor de los representantes para dar la cara cuando están masacrando a los ciudadanos. Es el tiempo de soluciones reales y valientes que ahora llaman utopías y antes alternativas al atropello por parte del crimen organizado.
Sólo plantando cara y planteando de manera firme, blanco sobre negro, el fin de la hegemonía de la economía especulativa, de la tiranía de los mercados, de esas cuevas de delincuentes que arruinan a los pueblos llamadas paraísos fiscales, de los partidos que se organizan como bandas para delinquir creando leyes del silencio y cerrando filas en torno a los corruptos, solo enfrentándose a esta desgraciada realidad sobreviviremos. También poniendo en su sitio a los partidos que cuando viene la ola de la gran marea agachan la cabeza salvando el pellejo mientras el agua se lleva por delante a los incautos bañistas más preocupados, sin saberlo, por salvar sus sombrillas y sus toallas que sus propias vidas.
La presión ejercida contra el ciudadano con estas medidas llamadas de austeridad, dotadas de préstamos que van, directamente, al rescate del sistema financiero, acompañados de la exigencia de reformas estructurales profundas, que no son otra cosa que abolición de derechos de los ciudadanos para dejar el campo abierto al saqueo, al expolio y al desmantelamiento del Estado de bienestar, debe ser frenada de golpe. Crecidos por la impunidad con la que se han exterminado normas de convivencia fundamentales en un estado democrático como el derecho a un salario digno, derecho que hasta hace un par de años nadie se atrevería a cuestionar, se prepara otro lote de medidas restrictivas involucionistas, disfrazadas de leyes regulatorias de la convivencia, que pretende exterminar el derecho a la libre expresión del ciudadano, dotando a los policías que transitan por las calles de poderes que antes sólo ejercían los jueces. Disposiciones que sólo tendrían cabida en regímenes pseudofascistas y que ahora encuentran acomodo en nuestra peculiar democracia, una democracia que se pretende para el pueblo y no cuenta con él.
Los partidos tradicionales, más preocupados por su propia supervivencia que por la de los ciudadanos, deben reinventar la democracia real, aquella cuya prioridad innegociable es el bienestar del pueblo, o dejar paso a los que la persiguen.
Los signos de recuperación de la economía que venden desde los distintos poderes nacionales y desde las altas instancias europeas, se transforman en señales de alarma cuando los ciudadanos contemplan el paisaje del día después: una sociedad sin derechos, sin libertad y donde, de nuevo, la pobreza no es exclusiva del excluido sino que es patrimonio de trabajadores a los que se condena a salarios de hambre.
En estos tiempos de crisis donde el saqueo de la nave que naufraga es sistemático, urgen medidas de choque. Urge la abolición de las reglas que permiten la ruina de los estados, el desmantelamiento de la economía productiva, la deriva del dinero hacia la nube de la especulación. Urge la regulación de los mercados que llevan a la pobreza a los ciudadanos, poner coto a esta piratería financiera que define la libertad como la eliminación del control de los mercados por el Estado, mientras preparan medidas características de regímenes totalitarios para reprimir a los ciudadanos. Un mundo donde la destrucción de la industria y los despidos colectivos se han convertido en un gran negocio no es admisible.
Poner las cosas en su sitio. Nada más. Abolición de la crueldad y el desprecio a la ciudadanía desde las instituciones.
No hay que inventar un mundo nuevo, es aquel por el que siempre luchó la humanidad: Justicia y Libertad, esa es la consigna, Sancho.
A/A Sr. Évole:
Supongo que soy uno más de los miles de onubenses que se han sentido decepcionados e instrumentalizados por su programa de ayer.No soy periodista, ni químico, y es alto mi grado de ignorancia en esta problemática. Vivo en Huelva con mi familia, junto a una situación insostenible e inverosímil en unas condiciones que me incomodan dado mi amor y respeto hacia el medio ambiente del que formo parte.
Es algo que se “respira” si resides por aquí: la gente está muy preocupada por los porcentajes tan altos (por encima de la media) de enfermos de cáncer como el de vejiga o intestino. Conociendo esto, me pregunto cómo un periodista consciente de la expectación que genera el solo hecho de venir a grabar sobre este delicado asunto basa casi la totalidad del medio programada dedicado a ello en una conversación de taberna.
Una tertulia de bar, meras opiniones de gente llana, alejada de puestos de responsabilidad en las factorías químicas que han creado el mayor vertido al aire libre de fosfoyesos de Europa, nadie de la AIQB, de la Junta de Andalucía (para mí la gran culpable del problema creado), del Ayuntamiento de Huelva y Palos de la Frontera o de la Autoridad Portuaria. Esto es, he echado en falta un interés sincero por hacer un periodismo integral, de verdad, sobre todo si es cierto que los miliserves registrados en determinadas zonas de las Marismas del Polvorín ascienden a esas cifras (en torno a 150 veces superior a lo permitido). Ya ha visto cómo de cerca de esos residuos están los últimos bloques de pisos que han levantado.
Si eso es así ¿Qué ha hecho aquí, Señor Évole? ¿Periodismo?
La parte del programa filmada en Huelva tiene que ver con el pasado de la Ministra de Agricultura como asesora de Fertiberia, como forma de ensuciar un currículum político hasta ahora bastante desconocido. Esta pequeñez, porque no deja de ser una puñetera anécdota en un problema tan grave, significa para mí que la provincia de Huelva le ha servido, o mejor dicho, le ha servido el temor ciudadano a las consecuencias del descomunal vertido de residuos químicos para decirle a España que Dª. Isabel García Tejerina trabajó para Fertiberia. Lo de las moscas y los cañonazos.
A usted no le ha interesado lo más mínimo el daño ambiental, la atrocidad paisajística, lo ilegal del vertido y la vista gorda que han venido haciendo las administraciones competentes; ¿Sabía usted la cercanía de las balsas de fosfoyesos con 480 hectáreas de una Reserva de la Biosfera?; tampoco le han despertado el apetito periodístico las subvenciones públicas que reciben estas empresas a día de hoy y que superan, para más inri, las sanciones que les interponen por la inacción frente al problema que han ocasionado; no se ha interesado por los datos que los oncólogos de la ciudad habrían podido ofrecerle, por la incomodidad que se vive, el miedo de la gente, la calidad del agua, el suelo o el aire…
Quizás he pecado de ingenuo albergando cierta esperanza en que su trabajo ofreciera algo más de luz en este grave asunto. Pero duele que Huelva, para Salvados, haya sido puro instrumento. Me duele porque yo personalmente le tenía por buen profesional; y me cuesta creer que no lo sea: al fin y al cabo todos tenemos días mejores y peores. Pero me he sentido fuertemente decepcionado, y como yo, supongo que muchos más onubenses. Por ello, Señor Évole, le invito a reconsiderar el eje central de su trabajo aquí y a que aborde con más entusiasmo lo que al pueblo realmente le interesa, la relación causa-efecto de los fosfoyesos en su salud. A buen seguro que de paso advierte molestas connivencias entre políticos y empresarios que tanto nos gusta se descubran, y tanto juego dan al periodismo de calidad.
Atentamente, uno de tantos onubenses preocupados.
Tú tienes 2 vacas.Comunismo:
El estado te obliga a darle una a tu vecino que no tenía vacas.
Tú tienes 2 vacas.Fascismo:
El estado te las quita y te DA algo de leche.
Tú tienes 2 vacas.Nazismo:
El estado te las quita y te VENDE algo de leche.
Tú tienes 2 vacas.Burocratismo:
El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
Tú tienes 2 vacas.Capitalismo tradicional:
El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas.Capitalismo moderno:
Vendes las vacas y ganas dinero.
Tú tienes 2 vacas.
Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco.
Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas.
La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía.
El informe anual afirma que tú tienes 8 vacas con opción a una más.
Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos.
Luego, vendes a la gente tus 10 vacas troceadas.
Curiosamente, durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Tú tienes 2 vacas.
Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico.
Luego, ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas “Vakimon” e incomprensiblemente, te haces millonario.
Tú tienes 2 vacas.
Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas.
Nadie cree que tenga ningún mérito.
Tú tienes 2 vacas.
Cuentas y tienes 5 vacas.
Vuelves a contar y te salen 257 vacas
Vuelves a contar y te salen 3 vacas.
Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Tú tienes 2 vacas.
Tienes a 300 tíos ordeñándolas.
Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera.
Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Tienes 2 vacas.
Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas.
Te quedas sorprendido cuando ella muere.
Tú no tienes vacas.
Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país.
Tú sigues sin tener vacas.
Tú tienes 2 vacas.
Las pones en un altar para adorarlas.
Después sigues comiendo arroz al curry.
Hay 5000000000 vacas.
Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Tú tienes 2 vacas.
Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Tú tienes 2 vacas.
La de la izquierda te parece cada día más atractiva
Tienes 2 vacas.
Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra,
¡¡maledetto!!!
Tienes 2 vacas.
Las dos están locas.